PRESENTA DIPUTADO FRANCISCO ERIK SÁNCHEZ ZAVALA INICIATIVA PARA PROTEGER A LA NIÑEZ QUE VIVE EN CENTROS PENITENCIARIOS




El diputado Francisco Erik Sánchez Zavala, presidente de la Mesa Directiva del Congreso del estado, presentó ante el Pleno Legislativo una iniciativa de reforma al artículo 19 de la Constitución Política de la entidad, con la finalidad de que el Estado garantice las condiciones adecuadas para el cuidado y protección de las y los niños que viven en centros penitenciarios con sus madres privadas de la libertad.

Sánchez Zavala detalló que en diversas investigaciones realizadas por el Centro de Estudios Constitucionales de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), se les ha denominado “niños invisibles”, debido a que “no cuentan con medidas especiales de atención suficientes, dejándolos en un estado de desprotección y poniendo en riesgo su integridad”.

En este sentido, lamentó que en México y Morelos no exista una asignación presupuestal suficiente que garantice la salvaguarda de niñas y niños que viven en reclusión, esto debido a que no se les considera como atención prioritaria, y agregó que, aunado a ello, “el Sistema Penitenciario mexicano sigue siendo precario y no se encuentra alineado a los estándares internacionales, y lo único que sucede al interior de los centros penitenciarios es una violación a derechos humanos de las personas privadas de su libertad y de sus familias”.

Paco Sánchez lamentó que “las niñas y niños que viven en estado de reclusión son víctimas de privación de la libertad, lo que genera una relación estrecha con aspectos y circunstancias de pobreza y violencia, lo cual afecta el sano esparcimiento de las y los niños, aunado a que sus dinámicas de vida son totalmente diferentes a las de las y los niños que viven fuera de un centro penitenciario”.

De acuerdo con el Censo Nacional del Sistema Penitenciario Federal y Estatales 2021, durante el año de referencia, en los centros penitenciarios federales de Morelos, existía una población infantil de siete menores en reclusión en los Centros de Readaptación Social de Atlacholoaya y en las cárceles distritales de Cuautla y de Jojutla, “en donde niñas y niños se encuentran invisibles para la autoridad responsable”.